- Antes de que te vayas prométeme dos cosas.
- ¿Cuáles?
- La primera: que volverás a verme. Y la segunda y la más importante: que pensarás en mí todos los días y no me olvidarás jamás.
- Te lo prometo.
La chica abraza fuertemente a aquel muchacho que durante toda su vida ha actuado como si fuese su hermano aunque sus grupos sanguíneos no dijeran lo mismo.
- Te quiero.
- Y yo a ti, hermanita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario