17 de abril de 2011

what else?

Mi frustación tiene un nombre evangélico que empieza por A. No entiendo por qué se porta como si no me conociera de nada. ¿Cómo tiene el valor de mirarme a los ojos y agachar la cabeza sin decirme una palabra? Como dos extraños que se cruzan por primera vez en una calle abarrotada de más gente desconocida. Después de conversaciones íntimas, de días pasados juntos, dirvirtiéndonos, contándonos nuestras vidas antes de conocernos. Dos niños de 14 años jugando a ser mayores, jugando a sentir algo que los adultos llaman amor. Pero claro, eso también conlleva el desengaño y la desilusión, la distancia rompe lazos de un amistad que pudo ser mucho más. Ambos cambiamos, crecimos y cada uno por su camino. Solíamos hablar de vez en cuando, pero ¿ahora qué? Creo que nunca entenderé a los hombres. Simplemente me limito a convivir con ellos como puedo.

3 comentarios:

Noe dijo...

buen blog, te sigo :)
www.comerteaversos.blogspot.com/

Anónimo dijo...

no se yo, es como la tipica pagnia del tuenti, que te habla muchisimo por el chat y pasa 3 huevos de ti, y ni te saluda. XD
Saludos :) me gusto la frase de la foto.

Ana Garez dijo...

gracias noe yo tb te sigo! ^^

Ya...pero sigo sin entender por qué antes si y ahora no. No sé, un saludo no cuesta dinero, pero vamos... =) Gracias por comentar. Un saludo.