No lo sé.
He ahí el encanto de la vida. Que no sabes qué pasará ni dentro de un minuto, porque cualquier mínima decisión puede provocar cambios significativos.
Así que dime alto y claro lo que quieres de mí y te lo daré sin más. Dime qué quieres, dejemos los sentimientos a un lado y dímelo claro como el agua y alto como las montañas. Mejor, SUSÚRRAMELO AL OIDO.
LA VIDA ES DEMASIADO CORTA PARA ANDARSE CON RODEOS.
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