2 de abril de 2011

independence girl

A nuestra edad no hay que depender de nadie. Ni de las amigas ni amigos, ni de los novios ni novias, bueno quizás de los padres sí por el tema dinero y tal.

Reflexionando sobre esto me he dado cuenta de lo afortunada que soy. Tengo tanta seguridad en mí misma que no necesito a nadie que me diga que bonita eres, o eres mi vida ni cosas así. Si necesitas que te digan esas cosas para venirte arriba y creerte importante solo porque una persona te lo diga, mal vamos. Eso te lo tenías que haber creido tú antes de que nadie te diga nada, porque si no te quieres tú...¿quién te va a querer?

No dependas de nadie NUNCA. Ve por la calle con una sonrisa que invite a que te hablen, que invite a que te la devuelvan, que invite a que se enamoren. Saluda a quien lo haga. Devuelve el piropo a quien te lo eche.

Porque la clave de la felicidad es eso, ser feliz de por sí sin depender de nadie, sin que una única persona sea la responsable de que estés contenta o no. Es un estilo de vida, solo apto para valientes.

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