4 de abril de 2011

letters to remember

Cartas que rememoran el pasado. Simple trozos de papel arrugado que en su tiempo sobrevolaron la clase para llegar a su destinatario. Contenidos con sentimientos plasmados lo mejor que se podía. Ira, tristeza, rabia, indiferencia, pena, dolor, sufrimientos, perdón. Un "volverlo a intentar" con pocas esperanzas de una respuesta positiva, anécdotas, risas, alegría por algo tan simple y tonto, secretos guardados bajo llave.

Recuerdos, recuerdos y más recuerdos. Ahora las vuelvo a leer y pienso: ¿Qué hubiera pasado si...? Y te das cuenta de quién sigue a tu lado y quién no. Errores cometidos que a lo mejor aún se podrían arreglar, pero el orgullo es más grande que la amistad y el amor que un día sentimos. Y nos callamos y seguimos con nuestras vidas. Frustrados. Recordando. Volviendo a leer esas hojas escritas por las dos caras, con tanto y tan poco que decirnos, aunque fuese una tontería, simplemente para saber que estabas ahí, esas notas que cuyo encabezado siempre era el mismo: "Cuéntame algo" ¿Qué quieres que te cuente, amig@ mí@, si lo sabes todo de mí? ¿Qué fue de todos aquellos te quiero y te amo por encima de todo? Supongo que el tiempo y las circunstancias destrozan hasta las mejores relaciones.

Pero sigo leyendolas cada noche antes de acostarme, me gustó esa época de mi vida y me gusta recordarla, cn sus malos y buenos moementos. Porque ¿qué más da si eso ya es pasado?

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