Necesito hablar contigo. Necesito saber que todo sigue bien, que esto solo ha sido un cabreo tonto, un desafortunado encontronazo de opiniones. Solo eso. Algo con solución. Tú sabes lo que quiero. Esa amistad especial, que no se sepa que va a pasar mañana, simplemente vivir el presente con esa incertidumbre que le pone un punto de interés extra a la vida. Sin presiones. A nuestro ritmo, a nuestro compás. Ya está.
Voy a comerme la noche en tu epidermis, lamerte hasta que no sepas a nada, besarnos hasta que nos salga un esguince en los labios, encriptando nuestras conversaciones a los ojos de los demás, abrazarte pero no para asfixiarte, me puedes decir que pare cuando quieras.
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