1 de marzo de 2012

...

Ojalá algunas personas se pudieran meter en mi piel para saber cómo me siento. 



Hallar un rescoldo de cariño, de comprensión y de interés por uno en un amigo se está volviendo de lo más inusual. Mientras el frío me invade cada vez más que cala hasta los huesos, lo único que consigue quitarme ese helor y calentarme, es la brasa incandescente que tú me proporcionas desinteresadamente. Ahí es donde reside la importancia que te doy. Sólo necesito eso. ¿Lo comprendes ahora?

No hay comentarios: