10 de septiembre de 2012

Promesas putrefactas.

Cada vez que se hace una promesa, ésta adquiere una fecha de caducidad. Normalmente esa fecha suele coincidir con el final de la amistad/relación. Nos olvidamos automáticamente de todo lo que le prometimos a esta persona. Todos los sueños, los 'ojalás', los propósitos, los 'cuando ahorremos tenemos que...', los 'si pudiéramos, nos...', los 'cuando podamos vamos a...'. Todo eso que un día hizo ilusión, tan sólo con imaginar que pasase. Pero no. Ya no. Todas esas promesas se han caducado. Y ahora, ¿qué? Están putrefactas. Como la relación.


No hay comentarios: