15 de noviembre de 2013

Él y Ella especial Maneras de decirte que te quiero II

Él que era borde hasta decir basta. Pero ella le despertaba una ternura que hacía que no pudiera levantarle la voz.

Ella que se cansaba de todo y de todos. Pero él le provocaba una desazón incalmable de su presencia  a todas horas.





Él que odiaba las películas románticas, que no le sentaba bien viajar, que tiene pánico a volar en avión, se marea en tren, e incluso en trayectos largos en coche si el conductor es un temerario. Y aún así vio el Diario de Noa abrazado a ella y se hizo 480 kilómetros en un día solo para verla durante un par de horas.

Ella que detestaba las sorpresas, que no le sentaba bien que tramasen cosas a su espalda. Pero las de él... Eran diferentes. Como aquel día que la llevó con los ojos vendados hasta el mirador de madrugada o cuando se hizo 480 kilómetros sin que lo supiera para verla un par de horas. Que se dejaba sorprender, vaya. Y de qué forma.


Y esta es otra de nuestras particulares maneras de decirnos te quiero.



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