9 de noviembre de 2014

Cosas que deberías saber de mí

He reído y llorado
con una misma canción.
Soy una mala mujer para un buen hombre.
Y para uno malo, peor.

Guardo el rencor en el bolsillo trasero de los tejanos que me hacen buen culo.
Por eso llevo mochila,
porque no me caben las ganas de verte,
ni las llaves, ni el DNI,
ni mi mejor sonrisa para ti.

Me enamoro todos los días.
De una calle, de un sentimiento,
de un recuerdo, de una fiesta,
de una mirada cómplice entre compañeros
que sabemos todo lo que queríamos decir sin abrir la boca.
Y que nos basta con cerrarla para que nos pregunten por qué estamos mal.
Y que es insuficiente un abrazo en mitad de la calle para dar las gracias,
porque esa palabra se queda corta,
y ojalá pudiera contaros lo increíblemente reales que son.

Me limo las uñas, pero nunca me las corto.
Como nunca corto relaciones por lo sano,
se liman hasta romperse del todo.

Me gusta más escribir en papel
aunque parezca la contrario.
Y he contado 355 noches desde que ya no estás
con nosotros, con los de aquí abajo.
Quizás, este mundo se quedaba pequeño
para una persona tan grande.
Y quizás, guarde en mis ojeras lo mucho
que te echo de menos.
Y quizás, debería de haberte dicho
cosas que ahora ya no puedo.

He perdido mucho más de lo ganado.
Pero ganado en experiencia
mucho más y sin perder.

Nunca consigo lo que quiero,
pero sí lo que merezco.
¿Te merezco?



No hay comentarios: